Espacio líquido de creación y crítica literaria. Marcelo Matas de Álvaro

sábado, 21 de diciembre de 2019

Creación permanente



El raro crimen de Rambal
Diego Medrano
Ediciones Carena, 2019


A este libro bien pudiera aplicársele aquella frase que C.J. Cela escribe al inicio de Oficio de tinieblas 5: “Naturalmente, esto no es una novela, sino la purga de mi corazón”, pues en ella Diego Medrano (Oviedo, 1978) parece expulsar –tal vez llevado por la necesidad de depurarse por dentro- todo lo que ha ido rumiando sobre el arte y la vida, sobre la literatura y su esquiva relación con la realidad. La urgencia de este libro la expresa el propio narrador cuando afirma que “Acabar este libro ha sido para mí una importante necesidad: casi una excusa perfecta” o “Necesito este libro más que cualquier otro trago. Aquí está toda la sed y su efectiva calma”. Aferrado al menos paradójico que irónico postulado del artista Robert Filliou según el cual “el arte es aquello que hace que la vida sea más interesante que el arte”, Medrano se concibe dentro de una suerte de creación permanente en la que no bastaría con vivir, sino que la propia existencia debería nutrirse con las historias en las que continuamente transformamos nuestros mundos. Y para ello -partiendo de que “el arte jamás es inocente”-, es necesario asumir el riesgo de que hay que hacer aquello que precisamente más se teme, utilizando como arma principal la exageración, el permanente extrañamiento ante la realidad y el arte que la sustenta. Así, el autor traza de manera torrencial, plagando de citas propias y ajenas un texto en verdad excesivo, su propia teoría literaria, pero no de una manera sistemática, cuestión que por otro lado mejor cabría en una obra ensayística, sino, como apunta en estas páginas, procediendo más por aforismos que por silogismos. Es por medio de ese caudal casi interminable de máximas como el lector va navegando por el pensamiento del autor, pero también por la leve trama que, en contra de lo señalado por Cela al principio de su obra, sí constituye una novela.
Alberto Alonso Blanco "Rambal"

Una ficción que, tomando como referencia real el misterioso asesinato de Rambal, entrañable personaje que no ocultaba su homosexualidad en el popular barrio de Cimadevilla de Gijón, va trazando, a través de las voces de una serie de figurantes tan pintorescos como el propio Rambal, la imaginaria trama sobre tan extraño crimen. Así, en cada capítulo el periodista narrador de la novela va descubriendo el testimonio de todos estos personajes que, a la postre, constituyen una sola voz, embriagada por las humedades del sexo y el alcohol, ennoblecida por el fracaso y la oscura luz que la arropa en la noche. Desde Monserrat Vinjoy (“profesora de la Universidad de Oviedo”) hasta Cuchifritín Alonso (“Hombre-eunuco del tamaño de un bastón o una picardía”) va apareciendo toda una troupe de actores que, como en las tragedias griegas, llega a conformar el coro que canta los sospechados secretos del crimen.
Diego Medrano –a pesar de lo que anuncia la editorial- no escribe una novela negra al uso, sino que se sirve del ambiente nocturno y marginal que envuelve “El raro crimen de Rambal” para indagar en el misterio al que siempre se enfrenta la ficción. El caso de Rambal, pasado el tiempo, se transmuta en leyenda y a ella sólo podemos aproximarnos utilizando un lenguaje metafórico cargado de sonoridad, una prosa que en parte alivia su tempestuoso arrebato gracias al irónico aliento que subyace en el texto. Un estilo herido por el filo del bisturí y al mismo tiempo curado por la caricia de una luna que “se puede tomar a cucharadas”. Un libro, en definitiva, que se puede abrir al azar por cualquier página para asistir, en un alocado susurro, a la celebración de la literatura.


(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 21 de diciembre de 2019)



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