Te
cuento
Varios
autores
Fotografías
de Clemente Bernad
Editorial
Alkibla
Como ocurre con los mitos y las leyendas tradicionales, los cuentos
clásicos han experimentado a través de los tiempos nuevas versiones
en las que, sin variar lo sustancial -los personajes, la estructura,
la trama y el propio sentido de la historia-, se han ido adaptando a
las visiones impuestas en cada momento y lugar. Igualmente han sido
una fuente inagotable de nuevas creaciones a partir de algunos de sus
elementos esenciales, de manera que uno de los personajes puede
cobrar vida en otra obra, un episodio formar parte importante de un
argumento mayor o el mismo significado del cuento reflejarse en la
intención última de la nueva creación, ya sea una obra de teatro,
una novela, una película de dibujos animados o el libreto de una
ópera.
Este es el propósito de la colección “Te cuento” que nos
presenta la editorial Alkibla, el de tomar estos textos antiguos como
referencia para contar historias actuales que, a diferencia de los
cuentos maravillosos tradicionales, nos muestran una realidad más
cercana y a menudo también más desconocida, ficciones con la
suficiente fuerza narrativa para ser capaces de despertar en el
lector -a partir de 10 años según el editor, pero en algunos de los
relatos habría que añadirle alguno más- el espíritu crítico con
el que deberá construir una conciencia moral. Hasta el momento se
han publicado seis cuentos de los doce que prevé el proyecto, cada
uno escrito por un autor diferente, pero unidos todos por las
imágenes en blanco y negro del fotógrafo y cineasta documentalista
Clemente Bernad.
La colección se abre con “Caperucita Roja”, cuento del que se
sirve Patxi Irurzun para relatar en “Kaperu” el peligro de la
calle -la jungla, en las advertencias que continuamente le hace su
abuela- para una joven que, en sus correrías por la ciudad para
pintar grafitis, se encuentra atrapada en el miedo de unos pasos que
la persiguen. Bajo el título de “La sirenita” José Ovejero
escribe “El hombre de la casa”, un relato en el que una mujer
embarazada que acaba de llegar en patera conoce a un hombre, alguien
que la ayuda, que le concede una esperanza ensombrecida por la
decepción. En “Las palabras que ensucian el ruido del mundo”,
Marta Sanz presenta un precioso cuento fantástico en el que el
espejo de “Blancanieves” toma la palabra para contar la verdad,
aquella que está “por debajo de las cosas”. Isabel Bono
actualiza el cuento de “El patito feo” con “Puedes llamarme
Pato”, un amargo relato sobre el drama que vive una joven anoréxica
entre la indiferencia de sus compañeras del colegio de monjas. “Los
tres cerditos” se convierten en “Lobo y los tres cerditos” en
la extraordinaria historia que, en una “combinación entre lo
repetido y lo irrepetible”, escribe Emilio Silva para contar cómo
se salva un desahucio en un mar de lágrimas. En “La crisis, a
terapia”, Javier López Menacho retoma el cuento “Juan sin miedo”
para narrar en primera persona la angustia de un escritor, sus
pesadumbres que culminan en la revelación de que “la vida es la
pesadilla del sueño”.
De calidad desigual, como es de prever en cualquier colección,
estas versiones actualizadas de algunos cuentos clásicos mantienen
en general un buen nivel literario que, al complementarse con la
fuerza expresiva de los reportajes fotográficos -no sólo imágenes
que ilustran el texto, sino por si solas capaces de trazar un relato
visual sobre temas de actualidad-, vuelven muy atractivo este
interesante proyecto de la editorial Alkibla.
(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 18 de julio de 2015)
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