Nº 200 de Platero |
En
octubre de 1985 un maestro de escuela llamado Juan José Lage elaboró
un “Boletín informativo de la Biblioteca” para repartir entre
sus compañeros del colegio público de Infiesto. Con el objetivo de
dinamizar la poca activa biblioteca del centro, en sólo ocho páginas
-tiradas a ciclostil- pretendía “informar sobre los autores, temas
y libros de la entonces todavía incipiente Literatura Infantil y
Juvenil (LIJ), fomentar hábitos lectores y mentalizar sobre la
importancia de la biblioteca escolar como fuente de aprendizaje”.
Al año de salir ese primer Boletín se formó en el Centro de
Profesores de Oviedo un Seminario de LIJ que empezó a elaborar una
revista con el nombre de Platero, en homenaje al personaje
creado por Juan Ramón Jiménez. La periodicidad de su publicación
era de siete números al año y se distribuía de forma gratuita en
los centros educativos del Principado de Asturias.
Desde
entonces hasta la actualidad, en la que se celebran sus treinta años
de existencia y la salida del número 200, la idea original de la
revista no ha cambiado, de forma que sigue siendo un reducido grupo
de profesores de educación infantil, primaria y secundaria quienes
hacen las reseñas de los libros, entrevistan a autores, escriben
reportajes o artículos de fondo con la intención de divulgar la LIJ
entre la comunidad educativa. De vez en cuando, a menudo coincidiendo
con alguna efeméride, se elabora un número monográfico dedicado a
un autor o una obra, entre ellos Lewis Carroll, Roald Dahl, Ana María
Matute, Edgar Allan Poe, los 300 años de Caperucita Roja o el
centenario de la primera edición de “Platero y yo”, publicado en
noviembre del año pasado. El reconocimiento a esta labor de
divulgación llegó en el año 2007, en el que la revista Platero
recibió, en manos de su fundador Juan José Lage, el Premio Nacional
al Fomento de la Lectura, concedido por el Ministerio de Cultura.
Igualmente ese mismo año se le entregó el Premio “Platero” de
la Organización Española para el Libro Infantil.
En
un ámbito -el de la cultura- en el que la supervivencia de las
publicaciones depende de un hilo, es digno de celebrar -sobre todo
resaltando el empeño de Juan José Lage, una de las personas que
mejor conoce en España la LIJ, colaborador en diferentes medios de
comunicación y autor de algunos importantes libros sobre la
literatura destinada a los más pequeños, como “Animar a leer
desde la biblioteca” (CCS, 2010), “Diccionario histórico de
autores de la LIJ contemporánea” (Mágina, 2010), “Antología de
cuentos y algunos poemas” (Octaedro, 2011), “Bibliotecas
escolares, lectura y educación” (Octaedro, 2013)- el camino que ha
llevado la revista Platero hasta la publicación de este
número 200, que con el título de “Ilustres ilustrados” incluye
un sucinto repaso a “La historia de Platero”, una
selección comentada de los que se consideran los mejores álbumes
ilustrados del siglo XX y de lo que llevamos del XXI y -en las
páginas centrales que habitualmente suelen ocupar las reseñas de
los libros- una semblanza de los 15 “Maestros de lecturas” que
ahora siguen con entusiasmo la encomiable labor de sacar cada dos
meses una revista literaria.
Como
las orejas del burrito creado por Juan Ramón, en la actualidad
también son gemelas las ediciones en papel -que sigue
distribuyéndose gratuitamente entre los centros educativos de
Asturias- y digital de la revista
(http://blogdelarevistaplatero.blogspot.com.es/),
donde aparte de ver el número del mes, se puede consultar una
hemeroteca, leer citas de autores y textos seleccionados, y enlazar a
otros blogs o páginas de interés.
(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 20 de junio de 2015)
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