MOWGLI
Rudyard
Kipling
Adaptación
de Maxime Rovere
Edelvives,
Zaragoza, 2014
(116
páginas)
Rudyard
Kipling (1865-1936) publicó en los volúmenes “El libro de la
selva” (1894) y “El segundo libro de la selva” (1895) una
recopilación de fábulas
morales y de poemas en los que aparece Mowgli, el pequeño humano que
es acogido por una manada
de lobos en las colinas
Seoni. De este conjunto de
cuentos el escritor francés
Maxime Rovere, ha realizado -”modificando muy levemente las frases
y sin añadir prácticamente ninguna”- una labor de montaje para
adaptar este clásico de la literatura universal.
Siguiendo
la organización original de Kipling en dos volúmenes, este
álbum ilustrado que nos presenta la historia
íntegra de Mowgli se divide
en dos “Libros” titulados
“La ley de la selva” y “El destino de Mowgli”. En
ellos se incluyen once capítulos en
los que se
van
narrando las
conocidas
aventuras
del niño salvaje, sobre
todo célebres
a partir de la famosa versión cinematográfica que realizó la
factoría de Walt Disney en 1967. Para
la mayoría de los pequeños -y aun de los mayores- esta película de
dibujos animados -un tanto edulcorada
con respecto al texto original, llena de gags humorísticos y números
musicales- es la única
referencia que tienen de los cuentos de Kipling.
Por eso, esta excelente adaptación de los “Libros de la selva”
es una una buena oportunidad para que los jóvenes lectores se
acerquen al relato de Kipling y puedan de esta manera introducirse en
el profundo sentido que siempre aportan los cuentos clásicos.
Porque, sin duda, se
trata de una fábula que
contiene elementos de las historias que han ido enseñando a los
hombres las leyes de la tribu. Así,
la aparición de un cachorro
humano en la selva nos remite
al
mito del salvaje, al radical
desvalimiento del ser humano, a
su
imposibilidad de sobrevivir
en soledad y a su necesidad vital de hacerse con
las normas de la sociedad que
le
acoge. El
compromiso de Baloo, el oso
que defiende ante
el Consejo de
los lobos el ingreso de
Mowgli en la manada,
para
enseñarle la “ley de la selva” nos
habla de un relato de
iniciación, que en este caso no sólo muestra los ritos de paso o el
aprendizaje necesario para crecer como persona, sino la resbaladiza
sensación de no saber a qué comunidad se pertenece. El
encuentro con Hathi, el elefante que, en medio de la sequía,
proclama la tregua del agua, nos
revela una moral que alude
el respeto por la vida ajena cuando la presa puede ser más
vulnerable. El
descubrimiento, junto a su amiga Kaa, la gran
serpiente pitón,
del tesoro del “rey de
veinte reyes” que se halla
oculto en
las ruinas de las Moradas
Frías, nos alerta del
peligro de dejarse llevar
por el deslumbrante brillo
de las riquezas. Igual
sucede con episodios que nos enseñan la necesidad del miedo o el
valor de la amistad. A
través de estas
experiencias, Mowgli aprende
a interpretar las señales de la selva y a desconfiar de los hombres
-“esos constructores de
trampas”-, quienes,
sin embargo, son su destino inevitable, pues
“el hombre vuelve al hombre, aunque la selva no lo expulse”.
El
cachorro humano que se acerque a este libro podrá también
disfrutar de las expresivas y originales ilustraciones de Justine
Brax, y si aún no sabe leer, algún adulto de su tribu debería
leérselo en voz alta para que vaya aprendiendo las leyes de la
selva.
(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 21 de junio de 2014)
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