Espacio líquido de creación y crítica literaria. Marcelo Matas de Álvaro

sábado, 23 de marzo de 2019

Personajes heridos



Genios
M. J. Lorente – A. Lorente
Edelvives, 2018



Si entendemos el término genio en el sentido en el que lo define el diccionario de la RAE en una de sus acepciones -“gran ingenio, fuerza intelectual extraordinaria o facultad capaz de crear o inventar cosas nuevas y admirables”-, bien pudiéramos albergar dudas sobre la idoneidad de algunos de los personajes retratados en este libro para incluirlos en tal categoría. Es cierto que todos ellos han destacado –algunos de forma muy relevante- en sus respectivas facetas artísticas o literarias, pero de igual manera se nos puede ocurrir una relación mucho más amplia de nombres que se debería añadir a esta lista. Por ello sorprende que, como representante de la literatura, se recurra a Hemingway o Pizarnik y se olvide, pongamos por caso, a Faulkner o Joyce. O que en pintura se cite a la omnipresente Frida Khalo y se obvie, entre otros, a Matisse o Duchamp. Igualmente, nos viene a la cabeza –por ejemplo, en el ámbito científico del que incomprensiblemente no se incluye ningún representante- un puñado de “genios” más notorios que Hugo Pratt, Freddie Mercury o Chavela Vargas. Sin embargo, en descargo de los autores del libro, diremos que esta peculiar selección viene motivada en el Prólogo como el ofrecimiento al lector de un “retrato visual y literario de veinte celebridades de la cultura del siglo XX”, de forma que, ateniéndonos a este criterio de fama o popularidad –y no sólo al engañoso título del libro-, esta colección de personajes se aviene bien con esa condición, pero más aún con la de quienes sufrieron “las consecuencias de su extravagante forma de vida”. Y es precisamente este rasgo, el de sobrellevar una íntima herida en su biografía, el que define el puñado de figuras que aquí se presentan. 
Ilustración de Antonio Lorente

A pesar de lo apuntado anteriormente, este libro tiene el indudable mérito literario y artístico de destacar, a través de un breve relato que ocupa apenas un par de páginas, lo más significativo de cada personaje. María Jesús Lorente -autora de los textos- se sirve de diferentes técnicas narrativas, como cambios del punto de vista según la “celebridad” retratada, cartas apócrifas, escenas dialogadas, entrevistas, monólogos interiores, breves biografías, etc., con la intención de resaltar precisamente aquello que, en el imaginario común, se reconoce como el aspecto –generalmente transido por un particular dolor- que define al personaje. Así, Camille Claudel en el solitario delirio del manicomio, Isadora Duncan viajando con su amor hacia un absurdo final, María Blanchard atrapada en su cuerpo enfermo y deforme, Coco Chanel en el orfanato esperando al padre que nunca llega, Federico García Lorca escuchando trágicas historias en su infancia, Ernest Hemingway introduciéndose en su boca el cañón de la escopeta, Walt Disney inventando la infancia que no tuvo, Salvador Dalí bajo la sombra del hermano muerto, Frida Kahlo siempre dolorida en su cuerpo roto, Bette Davis poseída por la perversa Baby Jane, Julio Cortázar escribiendo su autonautas de la cosmopista con Carol Dunlop; Billie Holiday cantando a esas extrañas frutas que cuelgan de los árboles del sur, Chavela Vargas apurando botellas de tequila, María Callas recordando la indiferencia de su madre, Alejandra Pizarnik “pisando cuerdas en llamas” o Rudolf Nureyev saltando hacia el lado de la libertad.
Semblanzas que, con la prosa –y la extraordinaria cualidad de las ilustraciones de Antonio Lorente- bien ajustada a cada personaje retratado, refleja acertadamente esa íntima herida que los define, lo cual supone un indudable mérito en el propósito de acercar sus biografías a los jóvenes lectores.

(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 23 de marzo de 2019)




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