Espacio líquido de creación y crítica literaria. Marcelo Matas de Álvaro

domingo, 30 de noviembre de 2025

Sonrisa de colores

 



            No sabemos cómo se juega en ese juego de colores. Quizá consiste en ir llenando cada pajita con el aro de cartulina que, según el color, le corresponde. El naranja con el naranja, el rojo con el rojo, el verde con el verde, el azul con el azul y el negro con el negro. También puede ser que con la pajita de plástico se juegue a pescar los aros de cartulina, como se pescan en el río o en el mar los peces de colores. Incluso podemos imaginar que se trata de ir construyendo velas cada vez más altas para iluminar con colores el oscuro cielo de la noche.

            Lo que sí sabemos es que los aros, los peces o las velas imaginadas alumbran la sonrisa de la niña que juega. Surge ese momento único en el que de pronto aparece la maravilla de un mundo lleno de colores. Es un instante pasajero, fugaz, pero que se vuelve infinito en la alegría de la niña concentrada en ese presente de siempre jamás. Una alegría contagiosa, como puede apreciarse en su misma camiseta que, milagrosamente, también ha empezado a sonreír. Y en nuestra propia cara -en la tuya y en la mía-, que no puede dejar de mirarla, absorta, iluminada con una sonrisa de colores.

(Publicado en el Boletín Sáhara Bubisher en noviembre de 2025)

domingo, 2 de noviembre de 2025

Las vicisitudes de la vida


Una tierra tan lejana

Armando Murias Ibias

Velasco Ediciones, 2025



            Una tarde de tormenta, un viejo afilador medio ciego y cojitranco, acompañado de un perro, aparece de pronto en un poblado minero. A su alrededor se junta un grupo de vecinos para escuchar las historias que cuenta el viejo. Entre ellos se encuentra Basilio, quien, “firme seguidor del empirismo”, acude con la intención de mofarse del cuentacuentos. Sin embargo, al día siguiente es el propio Basilio el que parece encontrar sentido a las historias que en la víspera tanto empeño había puesto en desdeñar. Estos dos días enmarcan el contenido de la novela Una tierra tan lejana (Velasco Ediciones, 2025), pues entre el primero -contado al inicio- y el segundo -relatado en el capítulo final- se van desarrollando en paralelo dos historias que, en consonancia con el marco propuesto por el autor, bien pudieran haber sido inventadas y contadas por el propio afilador aparecido en el pueblo. 

            En capítulos alternos (titulados impar y par) se cuentan dos historias que comienzan a ocurrir en lugares muy alejados entre sí. Una transcurre en el poblado minero de La Camocha y relata la historia de Argentina -apodada La Generala- y su descendencia, dos hijos y una hija productos de tres relaciones distintas. Cada personaje presenta una peculiar historia, unas vidas condicionadas por ciertos atavismos y por diferentes reveses que conducirán al desamparo y la tragedia. La otra historia empieza en Nador, donde el joven Rachid -después de morir su madre- embarca hacia Almería, primer destino de un periplo lleno de incidentes que va sorteando gracias a su habilidad con la navaja. Es precisamente su manejo lo que -casi a modo del significado que tiene el objeto mágico en los cuentos clásicos- se puede entender como el hilo conductor de la novela, pues su presencia -su certero empleo en oportunos momentos de la trama- es el elemento que salva al protagonista y lo hace avanzar.

Con Una tierra tan lejana, Armando Murias Ibias (Caboalles, León, 1955) nos presenta el mundo de la minería que, como lacianego afincado en Asturias y estudioso del léxico minero, conoce bien: la fundación del poblado de La Camocha, los inicios del sindicalismo, hasta llegar al declive y a la vida agónica de los últimos mineros del carbón. Pero, en paralelo, también nos relata el oscuro mundo del contrabando y de los negocios turbios, las venganzas y las traiciones de unos personajes que se mueven entre el miedo, la culpa, la sumisión y la forzosa necesidad de sobrevivir.

Los capítulos “impares” en tercera persona y los “pares” en primera, así como un episodio en forma de teatro -género en el que Armando Murias Ibias ha desarrollado buena parte de su labor literaria- y el penúltimo donde confluyen las dos historias, nos muestran un autor dotado de unos recursos en los que también destaca la agilidad de la narración, una prosa precisa que nos trae ecos de las historias que se contaban por los caminos y los pueblos de antaño. Cuentos -reales o inventados, tanto da- que nos siguen hablando de cómo, desde el esencial desamparo del ser humano, cada uno, a su manera, va afrontando las vicisitudes que presenta la vida.

  

(Reseña publicada en el suplemento Culturas de El Comercio La Voz de Avilés. 31 de octubre de 2025)