La memoria de los
crisantemos
José Ignacio
García
Castilla
Ediciones. Valladolid, 2022
José Ignacio García (San
Sebastián, 1965) celebra sus veinticinco años como narrador con el libro de cuentos
La memoria de los crisantemos. Para ello toma como referencia el
proyecto Contamos la Navidad (Premio de reconocimiento cultural “La
armonía de las Letras”, 2015), del que ha sido fundador, coordinador y
participante en sus catorce ediciones. Su larga trayectoria como escritor de
cuentos -entre ellos el volumen Entre el porvenir y la nada (Premio
Miguel Delibes de Narrativa, 2009)-, impulsor de varias antologías colectivas
-la última la celebrada Cuentos pendientes, 43 voces del cuento castellano y
leonés del siglo XXI (2021)- y director de la colección Cuentenario
Narrativa de Castilla Ediciones avalan las cualidades de este conjunto de
cuentos enlazados con el tenue hilo de la Navidad. Y digo tenue porque
-digámoslo ya desde el principio- el motivo navideño que de alguna u otra forma
aparece en todos los relatos, no es más que una especie de pretexto ambiental
-temporal, pero también espacial por lo que tiene de ornamento o atrezo- en
unos cuentos que, salvo unos pocos, bien podrían tener como escenario cualquier
época del año.
En consonancia con el aniversario
que se celebra, La memoria de los crisantemos (Castilla Ediciones, 2022)
reúne veinticinco cuentos de muy diversa factura, de manera que la
heterogeneidad de temas y la variedad de los recursos narrativos no hacen más
que enriquecer el conjunto. Así, nos encontramos en La vecina del pezón
tímido -primer título de la serie- con la misteriosa sensación de que la
pasión vivida entre las paredes de una casa persiste en otros cuerpos que
posteriormente la habitan; en Helados en agosto, con la venganza contada
desde una mirada infantil cargada de agravios; en Una sonrisa para mis
lágrimas, con una poética relación de pérdidas en torno al exilio cubano;
en Una sentencia de muerte, segura, con los azares que pueden conducir a
un final trágico; en La nevada, con un relato de iniciación en la
emocionada noche de los Reyes Magos; en El mendigo elegante, con la
necesidad de contar -como en las Mil y una noches- para que un rico endeudado
pueda salvar su Navidad; en Ella y él, con una historia de amor y jazz
donde ella le devuelve a él por un instante los sueños perdidos; en La
memoria de los crisantemos -último relato del libro-, con el homenaje que
el propio autor hace a uno de sus escritores más admirados.
En fin, un volumen de cuentos que cuentan más de lo que
esta breve reseña sólo puede apuntar, pues en cada uno de ellos se entrelazan
historias habitadas por gente corriente que se desenvuelve entre los misterios
del amor y la muerte, en una realidad vivida con esa emoción dolorosa o risueña
que pueden despertar las pérdidas y los sueños, utilizando -según la ocasión-
palabras rescatadas del mundo rural o la sonora cadencia de la prosa cubana,
diálogos bien trazados, el punto de vista infantil o la mirada irónica de quien
cuenta su propia muerte. Historias de vidas que provocarán en cada lector la
sonrisa cómplice o la mueca desdeñosa, donde a menudo las apariencias engañan o
el final queda abierto como un libro, proponiendo así un abanico de sugerencias
que no hacen más que mostrar una vez más a José Ignacio García como un maestro
del cuento.
(Reseña publicada en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés el 3 de marzo de 2023)
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