Espacio líquido de creación y crítica literaria. Marcelo Matas de Álvaro

sábado, 11 de junio de 2011

Clásicos para niños



            La mayoría de las editoriales que dedica toda o parte de su producción al público infantil cuenta en su catálogo con algunos títulos o una colección entera en la que se adaptan obras de la literatura clásica para que sean accesibles a los más pequeños. Es, sin duda, una labor encomiable, pues a menudo la profusión de nuevos títulos provoca tal inundación del mercado que ahoga también las obras que siempre deberían permanecer a flote. Con las novedades que pueblan las librerías suele pasar, como en la metáfora de los árboles y el bosque, que al hacerse continuamente más visibles en la primera línea de las estanterías, tienden a ocultar el frondoso y rico bosque de la literatura clásica. En el empeño de las editoriales por no olvidarse de estos libros de referencia contribuyen, claro está, los planes de estudio, que suelen aconsejar a los profesores los textos que los alumnos deben leer en sus clases de lengua y literatura.

            Para facilitar este acceso de los jóvenes lectores a la literatura clásica, la editorial Edelvives creó hace unos años la colección Adarga (haciendo referencia y, por tanto, homenaje al inicio del “Quijote”). Con la colaboración de algunos autores actuales de prestigio ha ido sacando trece títulos, dedicado cada uno de ellos respectivamente a Espronceda, los hermanos Machado, el Mío Cid, Larra, Galdós, el Conde Lucanor, Miguel Hernández, los poetas del 27, la poesía castellana del siglo XV, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Gabriel Celaya y, cómo no, el Quijote.
 

            Los dos últimos títulos que han aparecido en esta colección son “Una sed de ilusiones infinita” (Antología de Rubén Darío) y “Vivir es fácil” (Antología de Gabriel Celaya). La selección de los poemas del autor nicaragüense ha estado a cargo del poeta granadino Luis Muñoz, quien, después de una breve introducción, organiza la antología en torno a cinco temas: Niñas y mujeres, El jardín interior, Animales, Retratos y La poesía. En su lectura, que bien puede hacerse en voz alta para deleitar el oído del niño con la bella musicalidad de los poemas, resuena el amor, las imágenes fantásticas, el mundo interior del poeta, los animales cercanos o exóticos, los retratos de personajes admirados (Machado, Juan Ramón, Cervantes…) y, en fin, la emocionada y feliz aventura de la poesía del autor más importante del Modernismo.
 

            La antología de Gabriel Celaya –oportuna por celebrarse este año el centenario de su nacimiento- está preparada por el también poeta Felipe Juaristi. Como en el libro anterior, se presenta una breve semblanza del poeta y de su obra para, posteriormente, agrupar los poemas bajo cinco epígrafes: Coplas y canciones, El hombre, La tierra, La vida y La mar. Los niños podrán disfrutar con la lectura de cantares y romances de raigambre popular, del amor del poeta hacia algunos personajes (su mujer Amparitxu, Picasso, Charlot…), de la contemplación de los paisajes urbanos y rurales de su tierra vasca, de la alegría de vivir en un mundo que a cada paso nos asombra, y del mar –de la mar- como realidad y metáfora de la existencia.

            Hay que destacar la cuidada edición de todos los títulos que forman esta colección, encuadernados con tapa dura e ilustrados por autores que saben complementar perfectamente la cualidad individual de cada autor y su obra.

 
(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 11 de junio de 2011)