Espacio líquido de creación y crítica literaria. Marcelo Matas de Álvaro

sábado, 23 de febrero de 2019

Relatos por la igualdad



Como tú
Varios autores
Anaya, 2019


                A pocos días de volver a celebrar el día de la mujer, que tanto éxito tuvo el año pasado en dar visibilidad a las justas reivindicaciones en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres y en la denuncia de situaciones de acoso y violencia de género, algunas editoriales se suman a tales reclamaciones y protestas con publicaciones que de una manera u otra, en forma de breves biografías o narraciones de ficción, reflejan esta creciente preocupación de la sociedad.
                En el campo de la literatura escrita para jóvenes lectores, la editorial Anaya publica bajo el título Como tú una interesante veintena de relatos “por la igualdad” acompañados de sus correspondientes ilustraciones. Están escritos por veinte autores reconocidos en el ámbito de la LIJ que, a su libre elección, han optado por diferentes formas literarias, como narraciones cortas, un guion de cine, un texto teatral, dos poemas y un hilo de Twitter. Destinados al público juvenil con la intención –expresada en el Prólogo escrito por Fernando Marías, coordinador de la obra- de contribuir a la educación en la igualdad, los relatos hablan de acoso sexual y violencia de género entre adolescentes, del drama que puede conllevar la obsesión por el propio aspecto físico, de la sabiduría que pueden y deben alcanzar también las mujeres, del derecho a la educación de todos, del cinismo de ciertos comportamientos, de la distopía de una sociedad donde se cambian los tradicionales roles y derechos de los hombres y las mujeres, de la conflictiva y confusa relación entre amor y sexo, de la comprensión del acoso y la falta de respeto cuando uno de repente se pone literalmente en la piel de una mujer, de la necesidad y el valor de decir basta. 
Ilustración de Sara Morante
              Cabe destacar los relatos Melhfa, de Gonzalo Moure, en el que desvela a la prejuiciosa visión occidental el destacado rol y los derechos de la mujer en los campamentos saharauis; Naufragio, de David Lozano, donde a bordo del Titanic el consabido “las mujeres y los niños primero” deja paso al amor de la mujer que decide acompañar a su marido hasta la muerte; La libertad de Penélope, de Antonio Lozano, en el que la mujer de Odiseo, tras larga espera, cae en la cuenta de que no es “mujer para tejer y destejer ni velos ni desvelos”; García y García, de Ana Alcolea, la resolución de un acertijo que revela que las palabras a menudo engañan sobre la realidad a la que dicen representar; Se acabó, madre, se acabó, de Antonio García Teijeiro, un poema en el que la hija grita basta ya al pasado de lluvia negra para que vuelva a relucir “aquella claridad olvidada que soñamos algún día en nuestra casa”. Estos cinco relatos -y algunos más en un volumen donde, como cabría esperar, se dan significativas diferencias de calidad literaria- hacen que la lectura del libro pueda ser atractiva para nuestros jóvenes lectores.
                El mismo sello editorial publica Mujeres de la cultura, de Rosa Huertas, diez relatos sobre mujeres: escritoras, pintoras, filósofas, políticas, investigadoras o actrices, que intervinieron en la cultura españolas de finales del siglo XIX y comienzos del XX; Pioneras, de Espido Freire, breves semblanzas de veinte mujeres españolas e hispanoamericanas que contribuyeron a la lucha por la igualdad entre los géneros; Grandes mujeres que cambiaron el mundo, de Kate Pankhurst, álbum ilustrado con trece mujeres de fama mundial como protagonistas. Libros que contribuyen a visibilizar y reivindicar a la mitad de la población que tan a menudo ha estado silenciada en los libros de historia. 


(Publicado en el suplemento Culturas de El Comercio y La Voz de Avilés. 23 de febrero de 2019)


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