Kika Superbruja
Knister
Editorial Bruño. 2018
En
la literatura infantil y juvenil –cuestión que difícilmente tendría cabida en
la literatura escrita para adultos- la crítica debería estar muy atenta a los
gustos del público al que va dirigida una obra, de manera que si ésta goza de
la rara condición de ser devorada por una nutrida legión de infantes, ninguna
reseña o comentario que se haga podrá ir en contra de esa voracidad lectora que
tienen la suerte de suscitar algunas pocas, elegidas obras, si no quiere quedar
en ridículo. Así, cuando un libro, que en no pocas ocasiones forma parte de una
serie, entra en el privilegiado club de los más vendidos o es de los más solicitados
en las bibliotecas escolares, el crítico debe echarse a un lado y dejar que
prevalezca el criterio de los jóvenes lectores, pues es precisamente el placer que
les provoca su lectura lo que les lleva a seguir comprando o sacando de las
estanterías todos los títulos de la saga, aspecto que se debe destacar sobre
otras consideraciones más específicamente literarias. De esta forma, a la
función de orientar a los pequeños sobre las posibles lecturas, que deben
asumir tanto las familias, los profesores como los reseñistas o críticos, no le
queda más remedio que ceder su cometido a la cadena boca-oreja que de manera
imbatible será el hilo que lleve a alcanzar el éxito de una obra.
Knister |
Una
de esas series a las que hago referencia es “Kika Superbruja”, creada por el
músico y escritor Knister (Alemania, 1952) hace 20 años, traducida a cincuenta
idiomas y, sobre todo, motivo de disfrute para varias generaciones de jóvenes
lectores. En los 26 títulos que se han publicado hasta el momento, Kika -una
niña “inteligente y muy decidida, simpática, sensible y lo bastante fuerte como
para imponerse a sus padres y maestros”- utiliza su capacidad de hacer magia
para vivir grandes aventuras, acompañada de su hermano pequeño Dani –quien le
suele poner un poco nerviosa-, su mascota Héctor –un pequeño y descarado
dragón-, su profesora Marina –que da unas clases fantásticas y divertidas- y sus
mejores amigos Mónica y Andrés. En las aventuras el lector puede acompañar a
Kika en sus viajes por la historia –desde la prehistoria a la Edad Media o al
salvaje oeste americano-, visitar mundo mágicos –El País de la Primavera, del
Verano y del Otoño, el exótico reino de Mandolán-, conocer personajes
literarios –Don Quijote y Sancho, el conde Drácula- y, por supuesto, ver cómo
utiliza sus dotes de “superbruja”, gracias a que posee un libro mágico lleno de
trucos, para salir airosa de todas las aventuras a las que se enfrenta.
Para celebrar
estos 20 años, la editorial Bruño ha sacado una edición especial con los dos
primeros volúmenes de la serie: “Kika Superbruja, detective” y “Kika Superbruja
y Don Quijote de la Mancha”. En el primero Kika investiga el misterioso robo de
la bicicleta de su madre y en el segundo se enfrenta al desaguisado que provoca
la extraña aparición de Don Quijote y Sancho en la ciudad donde vive. Como es
de suponer, en ambas aventuras se sirve de los trucos que saca de su libro
mágico, trucos que se enseñan al lector en un apéndice al final del libro. Con
un estilo ágil, donde la acción y el suspense se mezclan con situaciones
divertidas, esta serie ha logrado la fórmula mágica que más cuesta obtener en
los libros infantiles: la de conseguir enganchar a miles de pequeños lectores.
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