Toda imagen es un segundo congelado
en el tiempo. Creemos saber lo que pasa en ese instante, vemos la luz y las
sombras, los rostros y los gestos, los colores que dan vida a la vida de las
niñas en un patio de las bibliotecas Bublisher. Asistimos -con la misma
clandestinidad con la que ha tomado la imagen el ojo de la cámara- a ese
momento en el que parece que una niña lee en voz alta y otras copian sobre una
mesa redonda y blanca, aunque quizá no es así, y lo que pasa es que esa niña
lee para ella misma y las otras escriben historias que inventan, o cualquier
otra cosa que se nos ocurra. Sea como fuere, tanto da. Lo que importa es que
están concentradas en hacer algo juntas, compartiendo ese feliz momento en el que
leer y escribir forma parte de una actividad única.
Lo que nunca sabremos es lo que ha
pasado antes y lo que pasará después de esta foto que nos enseña un momento a
la vez cotidiano y mágico. Pero podemos imaginarlo con las mismas palabras con
las que esas niñas están aprendiendo a leer y escribir. Podemos contar lo que
ocurrió antes como contamos una y otra vez el cuento de nunca acabar. Y debemos
contar lo que sucederá después imaginando que la futura vida de estas niñas se
va a convertir sin duda en una sucesión de momentos mágicos.
(Publicado en el Boletín Sáhara Bubisher en junio 2025)

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